El iris humano (el anillo que rodea la pupila, que a primera vista disting�ºe el color de ojos de cada persona) es similar a la vasculatura retinal una estructura �ºnica por individuo que forma un sistema muy complejo - de hasta 266 grados de libertad - , inalterable durante toda la vida de la persona. El uso por parte de un atacante de �³rganos replicados o simulados para conseguir una falsa aceptaci�³n es casi imposible con an�¡lisis infrarrojo, capaz de detectar con una alta probabilidad si el iris es natural o no.
La identificaciÃ?³n basada en el reconocimiento de iris es mÃ?¡s moderna que la basada en patrones retinales; desde hace unos aÃ?±os el iris humano se viene utilizando para la autenticaciÃ?³n de usuarios. Para ello, se captura una imagen del iris en blanco y negro, en un entorno correctamente iluminado; esta imagen se somete a deformaciones pupilares (el tamaÃ?±o de la pupila varÃ?Âa enormemente en funciÃ?³n de factores externos, como la luz) y de ella se extraen patrones, que a su vez son sometidos a transformaciones matemÃ?¡ticas hasta obtener una cantidad de datos (tÃ?Âpicamente 256 KBytes) suficiente para los propÃ?³sitos de autenticaciÃ?³n. Esa muestra, denominada iriscode es comparada con otra tomada con anterioridad y almacenada en la base de datos del sistema, de forma que si ambas coinciden el usuario se considera autenticado con Ã?©xito; la probabilidad de una falsa aceptaciÃ?³n es la menor de todos los modelos biomÃ?©tricos